viernes, 15 de diciembre de 2017

Geopoesía 24. Oda al camino

Todo fluye
I
Todo por donde pasamos 
quedó quemado. Todo.
Allí donde nuestro amor anidó
no quedan sino cenizas hoy.
Acaso las lluvias del otoño próximo
consigan vencer la pesadumbre
y limpiar con renovado ardor
la luz de tu nombre
II
Carros y carretas me vieron pasar con bardas
Carros y carretas me vieron pasar con heno
Mulas arrieras y bueyes conyugados
me preguntan por dónde voy...
Digo que soy forastero, pero no mucho,
que mantengo aquel vínculo o aquel otro, 
pero poco, nunca mucho
III
Les digo: no sé cierto donde soy,
podría decir donde me parieron.
Soy quien pasa hoy por el camino.
  Pienso: el camino no hace distingos,
no reconoce la suela de los zapatos.
IV
El camino
ni distingue ni quiere saber
  si son propios o extraños
los que levantan su polvo,
los que marcan la huella en su barro,
no distingue ni quiere saber
nada distinto de nosotros o aquellos.
Para el camino todos lo modelaron 
a merced de su destino
V
Hoy
nadie abre la dulce puerta 
donde yo llamo

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