viernes, 14 de octubre de 2011

el santorrostro

Un santorrostro, la común salamanquesa, no es originario de Salamanca, aunque es un ser realmente admirable por su porte sáurico y su magia contemplativa. Hijo al parecer de una cueva nigromante, audaz escalador, este reptil está dotado de unos pies ventosa que son portento de natura. Es capaz de burlarse de la gravedad mientras se encarama al rincón más obtuso de la casa, del muro o del árbol y te observa con sus ojos camaleónicos. Como platos, no parpadea.


Le ves sesteando por las paredes nocturnas recalentadas por el sol anterior. Claramente goza, como un animal extinto sobre la Tierra. Noctámbulo impenitente, amigo de la obra del hombre (curiosamente) donde se hace príncipe de sus íntimos recovecos, parece encomendarse a las estrellas y hablarle de tú a tú a la misteriosa luna, con sus aullidos apenas audibles.
Saurio asaz silencioso, impasible: un ejemplo para nuestra raza, que diría Woody Allen.

¿No han reparado Vds. en la chulería de este increíble animal?  -¡Lo echaré de menos cuando el invierno lo aletargue! Yo diría que es una reliquia de la era prediluviana o saturnal, antes del nacimiento de los dioses y de las ortigas...

Pasábamos así la noche insomne, penetrados por la lírica de la soledad y las avispas que me habían picado en el cordel de ganados. Y me dije: -Esta si es una criatura iluminada, que no se tiene que mear encima. Ha llegado a ser YO. Yo, santorrostro.
Calculo que deben saber bien lo que nos conviene y lo que nos pasa, viéndonos tan afanosos en el fango de nuestro bregar mundano. Los pueblos abajo con sus lucecitas, algunos en fiestas ferragostanas... Tan terrestres, y al mismo tiempo tan celestes: “Alzados de la ruina” como dijo el poeta Aníbal Núñez, poco antes de morir. …Los poetas no se suicidan porque les refuten un dato.


2 comentarios:

  1. Fragmento del artículo publicado en Información Ambroz agosto 2011 "La viña devastada por los jabalíes"

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  2. ¿No será un Cucudrulo sin Manicura?. Si te confunden con una polilla se te agarran al dedo, pero son inofensivos, tienen los dientes muy frágiles, de viejos la mayoría los pierden y bajan a la mesa a chuparte el cubata por la paja. Igual no es esta especie..., nos falta saber el tamaño, pero por si acaso no acerques el dedo y menos otros apendices.
    Pa cucudrulo ya tenemos ar Botines, ¡vaya bocao!.
    Muy guapo el dragoncillo.

    Los pobres, en cambio, según contaba Javier Maqua en "Y un par de huevos fritos", no tienen tiempo (para suicidarse), tienen que dar de comer a los suyos. Salud.

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