jueves, 21 de diciembre de 2017

Geopoesía 29. Con Hondura amigo



Todavía
con Hondura alzo
el puerto de montaña
que a mi ventana asoma.
Dejo la villa
hebrea morada
cosmopaleto me calzo
  y rupestre aldeano.
Avanzo por camino
sin duda pedestre,
plateado. No hay nada
que me moleste.
Hoy me encuentro listo
amigo temprano,
hoy soy abrigado
con la capa del juzgado
mas, no me desvisto.
Alzado de la ruina, amigo,
en lo social ganado 
  por despido desaforado,
por civil civilizado, 
liado por desliado.
Mira que listo, amigo
que tu me has visto visto
por aniversario
¡Ay, triste camino 
desventurado!
26-03-2013. Aldeanueva
 
 

Geopoesía 28. A cierta puerta, a cierta esquina

A cierta puerta, a cierta esquina.
J.L. Borges 1964


I
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,


cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente 

para aprender el arte del olvido. 
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra. 

 Al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina. J.L. Borges 1964

II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta 

y aunque las horas son tan largas,
una oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna 


y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada. 


Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.






Geopoesía 27. Haber lugar solaz

Con Futi, uno de los preferidos. Hervás
Otro de los preferidos. Amanecer en Decazville

Haber lugar solaz

Que bueno nos es dado
haber lugar
solaz,
un ver-despacio

contemplar,
haber huerto recoleto

y paraíso despistado.

Hallar cantina luego,
con vino fresco

leer Cunqueiro,
un convento procaz,
un can leal canalla,

qué modesto compañeiro!

Tú me dices, humillado,
que no te ofendas
que has ganado,
no me salva de cuitas

compañeiro, que el juez
por mi haya fallado!


¿Cuántas vueltas he de dar
sin reposo hallar,
compañeiro!