jueves, 3 de septiembre de 2015

Xa non se qué yé, si astur, galegu o portugués

 
Mulleres de la Fontan. Ovieu

Um affaire con madeira

Eu vou só todu camin
andandu alegre y risueñu,
pra esta vía da luz,
que ben yagu e tamén veu...
Na vetusta y formal Ovieu
arribome a grande feira de Fontan,
que va depois de Cimavilla.
Mas todu,
eu quería facer o meu númeru
e de pasu, sacame algúm dineiru.
O pasado mércores foi.

¡Ah, probe doncel risueñu,
que ante de esti gozu gozar
avisate a presta pasma de arribar!
Tan celosamente aparecéronse
e con tanto desexo facer
que el meu vuelu queren cortar.
(no el cuellu, no)

Cuéntoles o meu sano hábito
con razones y calma muita...
que todos los días sin excepción fame tengu,
y que en este extremu remedio non sé,
que ni enmendar nin podu a la gazuza enganar,
y asim digo, supongo,
que a ellus tamén sucede
Dícenme que el novo alcalde.
por poderes ye de coalición,
que sodomía gusta,
ya que yé maricón.
Que non gusta de gaitas viellas
ni tampouco si modernas son,
que mas gústale os tiernos gaiterus,
que sem taxa podrán tocar o pandeiru,
só, si le ponen primeru el traiseru.

Con aplomu grande respondu
y supongu que algúm esmeru:
"que ese golfo palomu que con vara va
en lo que dice al casu a mí sudámela"
que quiero ver pronto esa tal ordenanza
donde pone "mandu y ordenu",
desde su artículo últimu al primeiru.

Al final a un acuerdu llegamos
tras mucha filiación tomáme
esos bravisimos maderus
e non querer eu mais desafiales,
tras pedíles el númeru das suas chapas
que seguidiñas van:
el centu décimu quintu y centu décimu seisavu.

"Que en sigilu marcharme he de la Fontana,
que no les vuelva a tocar mais los güevus,
y que me vaya con la guapa Regenta
a arreglales la mañá al Santo Cabildo,
y a sus avispadus campaneirus.
Regenta y gaiteiru ante la Catedral

Mare Mortum y Vía de la Luz

Voy andando por la Vía de la Luz y siento la sombra, el gemido del "Mare Mortum"
El éxodo que azota nuestros talones y penetra en nuestras carnes magras.
No lo queremos ver porque los muertos de mañana entierran a los de hoy  en el telediario y todo se olvida o banaliza mientras continua la penosa marcha de los que a nuestra puerta llaman.
El mar que fue de la civilización hoy es el de la vergüenza, por los conflictos que creamos y sin duda alimentamos.
Me muero de vergüenza por todo lo que hicimos y ahora no hacemos en la raptada Europa.
Pero el nivel del mar sube y nos ahogaremos con los sirios, irakíes y afganos.
Me muero de vergüenza pero sigo andando hasta Finis Terrae donde el éxodo gozoso que arriba es el de los estómagos bien alimentados. Como el mio.
Skopye. Makedonia