sábado, 26 de noviembre de 2011

Vasili Grossman

V.G. con el ejército rojo en Alemania en 1945
Vasili Grossman. Un grande escritor. 
No quisiera exagerar pero podríamos hablar del Tolstoi del s.XX, aunque no fuera tan longevo como este; no llegó a cumplir los 60 años. Pero resulta impresionante su conocimiento de la vida, y más concretamente su descripción de la vida "allí". No he leído nada igual, ni siquiera de lejos Solzhenitsin, el premio nobel ruso.
 Ahora estoy leyendo "Todo fluye" y antes leí, en su primera edición de Seix Barral su Vida y destino (Жизнь и судьба, 1959), trad. de Rosa María Bassols y publicada en 1985. Luego la han traducido directamente del ruso, publicada por Galaxia Gutenberg en 2007
 "Vida y Destino" sería como el Guerra y Paz de Tolstoi, con más de 160 personajes.
Fue el primero en describir para el mundo la liberación de los campos de concentración nazi, algo que fue usado después en los procesos de Nuremberg como prueba de la persecución genecida a los judíos. Él mismo, no sé si hace falta decirlo, era judío y conocía muy bien el mundo de la llamada "inteligentsia" perseguida luego bajo el régimen estalinista.

Me voy a permitir transcribir un pasaje del todo fluye que resulta muy revelador de lo que fue la vida bajo Stalin:

"Y de repente, el 5 de marzo de 1953 murió Stalin.
Esta muerte irrumpió en el gigantesco sistema de entusiasmo mecanizado, de ira y de amor popular decretado por orden de los Comités regionales del Partido.
Stalin murió sin que estuviera planificado, sin la indicación correspondientes de los órganos directivos. Murió sin la orden personal del propio camarada Stalin. En aquella libertad, en aquella autonomía de la muerte había algo explosivo que contradecía la esencia íntima del Estado.
Una confusión total se apoderó de las mentes y los corazones.
¡Stalin había muerto! "
(...)