viernes, 2 de diciembre de 2011

Carta de San Bufo a los corintios

               ¡¡Ole, tus cohones, Rafaé!!
Muchas gracias, X.
"El Brujo" Mujeres de Shakespeare
Sabes que personalmente te estimo y supongo que es recíproco, tras la atención que recibo. T´estimo molt, diría el catalán, más cariñoso, cuya lengua sé que hablás en la intimidad. Un día habrá que sentarse a hablar tranquilos, si quieres y puedes...
Voy a mirar la convocatoria que me mandas. Pero ¿sabes lo que me pasa?, que estoy Harto (hasta los "cohones" con h delirante), que no tengo ninguna fe en estas cosas. Harto de adecuar mis CVs indefinidamente para capricho del ofertante, harto de ir a entrevistas trucadas, harto de hacer proyectos más o menos ingeniosos, que otros aprovecharán después, sacándole punta... 

Y todo para ná, ná de ná. Frustación, gasto inútil de energía, mosqueo. Un forzoso figurante obligado a sostener la comedia bufa que es ya, casi todo, como bien diría el maestro "el Brujo", que ayer pudimos disfrutar.
No quiero volver a marcharme a trabajar a Badajoz, a Pernanbuco, ni a Eldorado, por más dorado que sea. Ya he estado fuera antes de aterrizar aquí (e incluso estando aquí) en lugares maravillosos. Pero hoy quiero permanecer en esta tierra, no por un amor desmedido por ella, para mí todas las tierras son dignas, sino porque me gusta, porque me permite ser lo que soy, con mis virtudes y mis defectos, con mis capacidades y mis torpezas. Repartidas desigualmente en favor de estas últimas. 
Porque creo honestamente que puedo hacer buenas cosas en mi entorno, por mi comunidad y, por extensión e intensidad, por las personas que me rodean.

Estar con mi familia, conservar algunos buenos amigos, estar cerca de lo que quiero, con el mayor equilibrio y salud posible, ¡yo que sé!. Este es mi capital. Pobre soy, pero feliz, sabiendo que no vendo mi alma, escribiendo, traduciendo, paseando, escuchando música, riendo, educando en lo que pueda a mis hijas, yendo a un pedazo de tierra que tengo prestado... poque no puedo comprarme ná. 
¡¡La Puta Propiedad!!

Llevo más de un año en paro, no me tengo que arrepentir, una hipoteca que pagar, con suerte antes de que la hereden mis hijas, si antes no matamos la banca. 
La misma sociedad capitalista que invirtió en mi me niega ahora el empleo sin rubor. Una pena estar desaprovechado. Vanidad propia envilece, pero es la verdad, la pura verdad, ¡me da pena!

Prefiero estar cortando pinos, por la mitad llegado el caso. Y no por la mitad los pinos, sino por la mitad de dinero que podría aspirar a cobrar por mi cualificación; eso, con la esperanza -se lo pido al dios en el no creo- de no volver a cruzarme o tener que aguantar a prepotentes sin tasa, a incompetentes laureados y a mamones declarados... que son por desgracia, legión. Todos los cabrones se las arreglan para estar arriba.

Sé que es dificil, pero lo intento. Con la redoblada fe de la voluntad.

Un fuerte abrazo.