Βασιλικός, Ocimum mínimun, Albahaca fina Grecia, agosto 2011 |
Es la planta que nos recibe en las casas de Grecia, cuidadosamente podada en esferas como ésta o en jardineras fijas. Hay varias especies, las más conocidas, la mayor de hoja grande y la fina de hoja menuda, considerada por muchos la de mejor aroma.
Albahaca y otros derivados de origen árabe es la denominación que recibe en todos los idiomas de la península Ibérica, pero en el resto de Europa su nombre es el griego Basílico, Real, planta regia.
Pero nombre tan pomposo ha de ser por su delicado y refrescante olor, el cuarto en discordia del verano griego, con el jazmín, la madreselva y el dondiego de noche, una americana adaptada a la solana mediterránea. Porque sus virtudes curativas son escasas. Levemente estimulante y digestiva, se prepara fresca porque seca pierde.
La propiedad más estrambótica que se le atribuía era la de favorecer los partos difíciles: se ataba una ramita con raíz y todo en el muslo de la parturienta. ¡Cómo no iba a haber las tasas de mortandaz de madres y criaturas confiando en semejantes remedios! Claro que si la fé mueve montañas ¿porqué no va a mover fetos? ¡Ay!.
Sin embargo su capacidad de ahuyentar un poco a los insectos creo que tiene más visos de ser real, tal vez por el olor, y cuenta con más adeptos, yo entre ellos. Los griegos la cultivan por eso y por su olor, desde luego. Pero me han picado mosquitos en ausencia y en presencia de la planta. Somos falibles, salvo algún fantasma vaticano.
Mi amigo Pacho, tentador de melones y especialista en tomates, las planta entre tomatera y tomatera como insectífugo ¿se dice así? y le funciona.
Tiene cierto uso como condimento en la cocina popular, en Italia con los pestos sobremanera, con los guisos, el tomate, los aceites fragantes a la albahaca, etc.
Osmoterapia es la capacidad de curar por los olores. Aunque ya sólo fuera por su buen aroma sería real. No deben despreciarse por eso esas mínimas pero preciosas cualidades.
Salud y buen ánimo, compañeros, santos inocentes.
P.D. Marina, un poema de Odysseas Elitis, música de Theodorakis y la voz de María Faradouri.
Δώσε μου δυόσμο να μυρίσω
Λουίζα και βασιλικό...
Dame menta para oler
Luisa y albahaca...
(Dicen los dos primeros versos, uno de los pocos poemas griegos del que he podido memorizar alguna estrofa)
Υγεία!
Ramiro.