viernes, 2 de marzo de 2012

Moska Kogonera


Moska Kogonera


¡Pero hombre, meto una entrada con una foto vistosa, con un cuentín al casu después de dos días sin que tú des señales de vida y a la hora me colocas un texto, que además es la copia del comentario que me haces más abajo!
Me cerraste la ventanina de Geotropía donde aparecía la fotografía al poner eso delante. ¿Qué sentido estético y de la oportunidad ye el tuyo ?

 ¡Eres una jodida moska kogonera, qué me vas a contar de hospitales!...

Salud

Ramiro

L.S.D. La salud democrática

¡A qué viene tanta tensión, compañeiru!
Los caminos del señor son inescrutables y ahora estoy mu celoso.
Mi botín ha sido este trabajo de fortuna en las urgencias del centro saludable, tras severa competencia para su conquista.

Media tarde, llevo tres pacientes, ninguno por arma blanca, el último me ha llamado la atención: por decir algo.
No paraba de rascarse y se dirigía a mí como si yo fuera el médico, a pesar de que le advertía continuamente de lo contrario. Tenía unas rosetas floridas con líquenes y costras en su piel; en la pierna irisada de tanto rascarse le había salido un espundio que purulaba alegremente. Su boca acompasada con la fruición del rascar babeaba con deleite.
Le ayudé a desvestirse para que el doctor viera sus miembros y luego a vestirse. Un poema.
Cuando se marchó con su pomadita yo empecé a rascarme también.

Una psoriasis de clase colérica-repentina, le dijo el galeno.
Pero...¿cómo es posible doctor que me haya cogido esto si yo nunca he estado en Soria?
-No tiene que ver -le replicó- yo tampoco he estado nunca en Burgos y mire, mire, qué morcilla tan maravillosa tengo (dotación media-alta)