La prima disparada...
Primero, A. Merkel pone de rodillas a A. Panpandreu. Luego a Berlusconi.
Les fustiga con su látigo.
Sarko, solícito, indica el camino.
En las sagradas cunas de nuestra corrupta civilización europea, primero en Atenas, luego en Roma, los gobiernos electos, aún de una democracia simulada como actual, son sustituidos por altos ejecutivos de la banca, según la más estricta regla prusiana.
¡Ya no hay ningún simulacro, se infiltran en los gobiernos!
Y aquí en España, en pleno guiñol, dice R. (qúe más da las letras que faltan):
"Los gobiernos y los escaños no los ponen los mercados ni las encuestas, los ponen los ciudadanos con sus votos". Lo que no dicen es que aquellos, una vez elegidos, declinan su responsabilidad política, y se ponen al servicio de los mercados y las encuestas.
¿Alguien sabe algo?
¿Alguien sabe algo?