martes, 3 de julio de 2012

Peligroso conflicto ecuménico

Kolokol
La Iglesia Ortodoxa, siguiendo estrictamente el brillante ejemplo y las enseñanzas de los Santos Apóstoles, la enseñanza de sus sucesores, los Padres de la Iglesia, así como las Resoluciones de los Concilios Ecuménicos de inspiración divina, salvaguarda como perla preciosa la Fe en una Iglesia Única, Santa, Católica y Apostólica; dicha Fe, la viven sus fieles a través de su participación en la vida espiritual del cuerpo eclesiástico (y cuando pueden en el cuerpo de los demás)

En ese sentido, cualquier tendencia de improvisación y movimiento individual o colectivo de desprecio o incumplimiento de los dogmas de Fe de los Cristianos Ortodoxos y de la vida cristiana en el seno de la Iglesia, que es el único camino para la salvación de nuestras almas; tanto más la autoproclamación de algunas personas como personalidades “supuestamente carismáticas”, ha sido siempre desaprobada como una innovación inaceptable. No son admisibles tales tendencias de ánimo promiscuo acompañadas de extraños movimientos de simpatía concupisciente...
Vean a la tal Vassula con un arjiobispos en Sudáfrica
Con este espíritu y para la protección beneficiosa de nuestros fieles, los cuales -pobres incautos- ignoran los riesgos de engaño subyacente en estas cuestiones, la Santa Madre Iglesia desaprueba las frívolas e imprudentes enseñanzas de Vassiliki Pentaki Rydén, más conocida por “Vassula” y su organización fundada bajo el título “Verdadera Vida en Dios”, basadas en sus supuestos “diálogos directos” entre ella y Jesucristo, el Fundador de Nuestra Iglesia, así como la conquista por su parte y por parte de sus seguidores de la “Verdadera Vida en Dios”, enseñanzas que se desvían arbitrariamente de la enseñanza de la Iglesia, concedida por Dios y que escandalizan las creencias ortodoxas de los fieles devotos.

Por lo tanto, hacemos un llamamiento a los defensores de esas inaceptables innovaciones así como a sus partidarios, que por esa razón no están admitidos a la comunidad eclesiástica, no solamente que no se inmiscuyan en el trabajo pastoral de las Santas Metrópolis, sino también para que rechacen esas nuevas enseñanzas, a fin de que se eviten las sanciones previstas por los Santos Cánones.

       Finalmente, expresamos la profunda tristeza del Patriarcado Ecuménico por los actos de algunos -afortunadamente pocos- clérigos de la Iglesia Ortodoxa quienes asisten a los discursos de dicha “Vassula” otorgándole de esa manera “certificados de Ortodoxia”.