miércoles, 12 de octubre de 2011

reflexión preventiva

Gane quien gane el 20N van a continuar las tropelías, es como si no tuvieran freno: una tropa en desbandada que sólo cuida por su culo (unos lo tienen más grande, es cierto)

Y lo único que les puede hacer pupa, de verdad, a estos golfos es un movimiento global, consciente y responsable, que los desenmascare y los deje con sus vergüenzas al aire. Ellos no renuncian a nada, y van a exprimir el limón hasta que no quede una gota.

Por eso, tienen tanto interés en neutralizar un movimiento que escapa a su control. Y así hay que seguir, sin dejarse camelar por los profesionales del poder, ni por la tentación de los violentos.

Así que lo más importante de esta plataforma no es tanto que sea grande, sino que permanezca. Es un trabajo silencioso, pero no invisible. No para tomar el poder, pues esa no es su vocación, sino para exigir que se gobierne la república decentemente, mirando a la gente, a la ciudadanía, al planeta.

Hoy estamos nosotros, un puñado diverso, pero mañana tendrán que estar nuestros hijos, con mayor premura si cabe, pues -como dice Sampedro, que es como decir San Pedro- el capitalismo está agotado. Y si hablara el de las llaves diría que no hay sitio en el cielo para tanto desmán.

Estos pandilla de trileros (gracias Pablo) que nos gobiernan (que no gobiernan) aquí o en el mundo dicen contar con la legitimidad democrática, pero no nos engañemos, lo que han montado es una farsa, una democracia simulada, cuya prioridad no son los intereses del ciudadano, a los que dan la espalda sin ni siquiera inmutarse. La prioridad, su prioridad, es mantener la "sociedad" su statu quo, su empresa de poder.

Y recuerdo aquello que me decía un amigo:

"Prometer hasta haber metido, una vez metido, nada de lo prometido"