Baño ritual en la epifanía ortodoxa rusa |
Esta era una canción de komsomol que cantábamos en mi temporada en el Koljoz, una canción abrupta que hablaba de las virtudes de fortalecer el cuerpo y también la voluntad, tan de mañana y después del baño.
Precisamente, recuerdo el prodigio que tú mencionas (entrada del 25 de octubre).
Salíamos de la sauna rusa como pollos desplumados al exterior, con una temperatura morozh (por debajo de 0º) Allí había instalada una pequeña alberca cuya capa superficial estaba congelada. En ella se practicaba una abertura y así, según salíamos, como adanes, hacíamos breves inmersiones, para volver rápidamente a la sauna. Era un verdadero placer, nunca vi a nadie resfriado ese invierno.
Entre sesión y sesión, nos tumbábamos en palestras de madera y nos fustigábamos en la espalda con ramas de roble, también jugábamos al ajedrez. Después comíamos y bebíamos sin decoro...
с легким паром! Que te siente bien el baño!!