jueves, 26 de enero de 2012

De la muerte de Fraga a la reflexión familiar

En algún punto de la Sierra de Francia, dic. 2011
En la casa familiar, ene. 2012. Patriarca, hija, sobrino y hermanos menores
JHF, el patriarca. Nació en el 32, hombre dotado, con indudables virtudes, no pocas, padre de 5. Creo que ha visto casi todo, ha trabajado duro, también ha disfrutado. Sentimental, alegre y tristón, generoso, irónico.
Ve los días que se van y habla del Valle de Josafah como si tuviera huerto allí.
Aquellos con los que jugaba al dominó desaparecieron.
Si su genio se hubiera impuesto, o sea, si hubiera sido menos generoso, no estaría tan apesadumbrado y volvería a ser la alegría de la huerta, el verso libre de las poesías que escribe, entre números.
La ética del deber los jodió bien jodidos, aunque siempre le quedó un resquicio de bon vivant, que desde luego para mí lo ensalza. Reconciliarse con la vida es importante.
Naturalmente, comparto con él la H, que es de hijo y es de herrero. + 32 = 64, cuando nací.
También comparto alguna de sus virtudes y no pocos de sus defectos. De ello habría mucho de qué hablar.
Mural en frente de casa, ayer Sanjurjo, hoy Wences
Entonces me llega el mensaje de Pilar, que me transporta a una reflexión político-familiar.
 
Y le respondo a Pilar, más amiga que prima-tía, cuaresma de magisterio y con el mismo ánimo por el zen...

Esto que me mandas díselo, vamos a ser generosos, al 80% de nuestra familia. 
Sin embargo, ello no habla mal de nuestra familia, sino de la cultura que mamaron, hijos de la España que ganó la guerra y por tanto favorecida por los vencedores. 
¿Cómo se quita toda esa ropa de plomo sin quedarse desnudo?
Me sorprendío lo buena gente que es cuando por fin me acerqué a ella e hice los ejercicios necesarios de empatía. Y esto ¡cuánto me ha ayudado a comprender las cosas de la sociedad en la que vivo!
Comprender cómo un porcentaje significativo de lo que llamamos derecha sociológica (no de la derecha natural o tradicional) es, sencillamente, gente mal formada o mal informada, a pesar de estar bien formada y bien informada, por otra parte.
Y que la superioridad moral de la izquierda es un mito injustificado en el que alguno creímos sin ningún tipo de prueba. Ya no me sorprende encontrar gente considerada de izquierdas con una moral privada y unos comportamientos sociales absolutamente reprobables y contradictorios con los ideales en los que dice creer o postular. Para mí esta gente es peligrosa, gente mala, oportunista, además de desacreditar a toda la izquierda, que clama por la coherencia. La izquierda pura debe nadar en la utopía.
Concedamos que en nuestra familia de derechas no hay ningún "hijo de puta" (¿o acaso sí?) aunque sí también, en una sección de la misma, conspicua, aparece una peligrosa inclinación clasista y polirreaccionaria, con ribetes integristas e insufribles brotes de papanatismo papal. Son los fingidos pseudoaristócratas, esa élite convencida de "cagar flores", que se cree en posesión de la excelencia y que luego resulta que son los peores. Son las peores personas, pues de personas estamos hablando y no de ideologías. 

Creo que esto que me mandas con motivo de la muerte de don Manuel, de lo cual no guardan siquiera memoria ni atención; les haría revolver todas sus intereconómicas, catecuménicas y/o neovaticánicas vísceras. Esto último lo digo para ser un poco malo, que me gusta.
Besos

Guarda gitano

Paseo por Plasencia. Me encuentro una obra con estos letreros. Todas las alertas de Prevención de Riesgos Laborales + el manuscrito de GG ¿Qué quire decir esto?
Basilio me sorprende haciendo la foto, abre la puerta del coche y me enseña una barra de hierro.
-Le digo, joé primo, tú crees que un ladrón se pone a hasé una foto?. Yo soy un turista, no lo ves
(El letrero es ya persuasivo pero la barra lo es más. GG -me digo)
-Po zí, tiene Vd. rasón
- Entonces le digo ¿Qué pasa, camborio, el guarda caló impone más que uno payo?
-  No -dice. Así los gitanos saben que aquí no tienen que robar. Me ponen  a mí y esta obra no se toca, por lo menos los gitanos, que los conozco a todos.
-Y tú qué hase, por qué no te dedicarás a esto, no? -le pregunto
- Claro que no. Robaba en obras por la noche, con el resto de mis amigos... pero si nos cogían nos saltaban las muelas.

Del mismo modo el tendero del Bronx se protegía de los robos pagando la protección al Don