Los hombres aman más su reputación que su vida.
Defienden más su yo que su existencia física. Es curioso. Pero no es virtud.
Defienden más su yo que su existencia física. Es curioso. Pero no es virtud.
Es el fruto de un egoismo necio que les hace traición.
A veces algunos consiguen hacer pasar esto como si fuera amor a la justicia, cuando es mero culto a su narcisismo. Sólo algunos hombres hacen esto verdaderamente por amor a la justicia.
A veces algunos consiguen hacer pasar esto como si fuera amor a la justicia, cuando es mero culto a su narcisismo. Sólo algunos hombres hacen esto verdaderamente por amor a la justicia.
Dixit. Bonifacio Rivas Portal