lunes, 12 de septiembre de 2011

La Garganta

Manolo

Ayer marché a La Garganta, pueblo singular, en el mejor sentido lo digo: su sociología, su ecología humana... le hace merecedor de esta condición, a mi parecer. Pueblo extremeño, sí, pero más, serrano. Perteneció al cuarto de abajo del ducado de Béjar, por jurisdicción; por tradición religiosa, vinculada a Béjar, también; y por su economía vaquera, entre las dehesas de Extremadura y los agostaderos carpetovetónicos.
Al parecer, en marzo del 36 "La Barraca" de Lorca, tuvo a bien pasarse por estas tierras. Una persona, ya muerta, me lo refirió, y hoy, en un libro de su hermano dedicado al cancionero local, lo veo corroborado. Muy interesante la semblanza que hace del pueblo y su característica anfibia o fronteriza. Gente esforzada, asentada en un territorio altisco: los "últimos galos" resistentes a la romanización.
Al parecer, otra vía secundaria a la de la Plata se dirigía desde Baños hasta Ávila, pasando por Redondilla (luego La Garganta) más luego el cordel vaquero y no mesteño (de ovejas y cabras) unía Extremadura con las tierras altas de la Sierra de Béjar, pasando por Candelario, Navacarros, Becedas...pueblos con los que guardaba grandes semejanzas.




9 escogidas de Victorino Martín en 2011
"Toda la gama de cabeceros, pies de cama y somieres del pasado siglo, el más íntimo mobiliario de la alcoba donde los antepasados cobijaron sueños y amores, es exhibida ahora en un portentoso ejercicio de reciclaje. Como  modernos baluartes del paisaje sustituyen a las antiguas cancelas de madera, arrumbadas o desvencijadas por el paso de los años. Te encuentras estas nuevas portillas en los prados y linares más alejados del pueblo, donde sólo un jumento puede hacerlos llegar.  Del mismo modo que por las vetustas calzadas ya no bullen las caballerías con su trajín de frutas y patatas, hoy extraños danzantes, desorientados por las marcas bicolores de las "nuevas" rutas acuñadas, pululan con callados de diseño, gepeses, en patéticas  romerías. Por suerte, siempre alguno de los romeros se pierde"

3 comentarios:

  1. Salud, compañeru.
    Cómo me gusta ese castellano lleno de preciosas palabras que apenas se escuchan ya, recio y poderoso como la tierra y los paisanos. Agostaderos, cordel, mesteño, jumento..., sin pensar en distingos lingüisticos me parece estar oyendo a tu paisano Luis Chamizo hablando en prosa.

    Un abrazo.
    Ramiro.

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