Manolo |
Ayer marché a La Garganta, pueblo singular, en el mejor sentido lo digo: su sociología, su ecología humana... le hace merecedor de esta condición, a mi parecer. Pueblo extremeño, sí, pero más, serrano. Perteneció al cuarto de abajo del ducado de Béjar, por jurisdicción; por tradición religiosa, vinculada a Béjar, también; y por su economía vaquera, entre las dehesas de Extremadura y los agostaderos carpetovetónicos.
Al parecer, en marzo del 36 "La Barraca" de Lorca, tuvo a bien pasarse por estas tierras. Una persona, ya muerta, me lo refirió, y hoy, en un libro de su hermano dedicado al cancionero local, lo veo corroborado. Muy interesante la semblanza que hace del pueblo y su característica anfibia o fronteriza. Gente esforzada, asentada en un territorio altisco: los "últimos galos" resistentes a la romanización.
Al parecer, otra vía secundaria a la de la Plata se dirigía desde Baños hasta Ávila, pasando por Redondilla (luego La Garganta) más luego el cordel vaquero y no mesteño (de ovejas y cabras) unía Extremadura con las tierras altas de la Sierra de Béjar, pasando por Candelario, Navacarros, Becedas...pueblos con los que guardaba grandes semejanzas.
9 escogidas de Victorino Martín en 2011 |
me hago un comentario
ResponderEliminarhumores y amores...
ResponderEliminarSalud, compañeru.
ResponderEliminarCómo me gusta ese castellano lleno de preciosas palabras que apenas se escuchan ya, recio y poderoso como la tierra y los paisanos. Agostaderos, cordel, mesteño, jumento..., sin pensar en distingos lingüisticos me parece estar oyendo a tu paisano Luis Chamizo hablando en prosa.
Un abrazo.
Ramiro.