martes, 11 de octubre de 2011

El Espinar, set. 2007


puerta burlada






X
Todavía tienes ánimo para soñar,
Aunque la vida  nos lleve, está LA VIDA.
Y en el centro de la vida,  TÚ.







Te lo tomaste como una apuesta que entrañaba riesgos. Normal.
Creías que te ponía un listón insalvable para lo que se llama una comunicación sincera.
Sentiste que te exigía demasiado. Normal, lo puedo entender.
Ahora bien: si quieres saber por qué, tendrás que buscar en tu biografía.
Rabiosamente persistente.

Una tarde providencial en El Espinar. Cuando regresaba al atardecer por la vaguada del pinar se cruzó una corza: como estatua me paré, se paró; nos miramos…
Marchó brincando y con los ojos la seguí hasta que se perdió de vista. Esto me hizo reflexionar un rato sobre la metáfora de la corza herida y decidí seguir mi camino sin mirar atrás.
Cuando se escribe algo, se piensa en alguien.

 (El Espinar, 19 de setiembre de 2007)

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