El curso económico va acelerado, el político a rastras. Las urnas lo avalan.
La presión de los mercados, que es global, no da tregua a la política, que es local.
Nos vamos a cagar por las patas abajo.
Esa es la realidad que impone el poder real, y no si son galgos o podencos, algo anecdótico.
No perdamos energía en disquisiciones zoológicas.
El "rodillo" que viene parece desbocado.
La viña del señor quedará como un erial y tendremos que comulgar con esas ruedas.
Apretarse los machos toca.
La presión de los mercados, que es global, no da tregua a la política, que es local.
Nos vamos a cagar por las patas abajo.
Esa es la realidad que impone el poder real, y no si son galgos o podencos, algo anecdótico.
No perdamos energía en disquisiciones zoológicas.
El "rodillo" que viene parece desbocado.
La viña del señor quedará como un erial y tendremos que comulgar con esas ruedas.
Apretarse los machos toca.
La viña del señor, ya dijimos, mucho costó labrar.
Nos complacía obtener el buen vino, que luego los gobernantes aguaron.
Nos satisfizo el vino bautizado.
Por el monte retornan nuevos bárbaros disfrazados de tecnócratas, dispuestos a arrasar con las viñas olvidadas. Ya digo, el rodillo impetuoso del mercado no encuentra resistencia a su paso.
"El señor se echó a la bartola y el bodeguero nos timó"
Nos complacía obtener el buen vino, que luego los gobernantes aguaron.
Nos satisfizo el vino bautizado.
Por el monte retornan nuevos bárbaros disfrazados de tecnócratas, dispuestos a arrasar con las viñas olvidadas. Ya digo, el rodillo impetuoso del mercado no encuentra resistencia a su paso.
"El señor se echó a la bartola y el bodeguero nos timó"
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