viernes, 18 de noviembre de 2011

La capa del pobre


Grecia, agosto 2011



Eso es el sol según el saber popular que es la experiencia, y también dice que donde no entra el sol entra el doctor.

En efecto, como escribió Lucas ayer, el sol siempre está ahí, incluso cuando no está y ya se sabe que para que haya sol y putas no hace falta hacer rogativas.
Sin embargo no siempre calienta a todos por igual, ni siempre lo hace con la misma fuerza.
Dejando la metáfora social y ciñéndonos al ciclo de las estaciones y al paso de los días, el sol que hemos tenido en noviembre, si fuera acompañado en abril por sus aguas mil, sería señal de buenas cosechas estivales, a menos que el pedrisco haga su  propio agosto antes o después de lo previsto.

Las predicciones populares son empíricas y generales, y normalmente no pueden emitir pronósticos tan certeros como los de la moderna metereología.
Pero, en definitiva, sea por experiencia o con la ayuda del anemómetro, lo cierto es que los vientos estacionales, los castañeros por ejemplo, se repiten en fechas señaladas que no varían demasiado de año en año. Otro tanto se puede decir de la lluvia u otros meteoros.

De vestirse con la capa del sol saben mucho los pobres porque otra no se pueden permitir.

Baños de sol le llaman los naturistas, a lo que para ellos es un método curativo, en combinación con la hidroterapia en bastantes casos, pero tomándolos poco tiempo y muy progresivamente. A partir de ahí desembocamos en la histeria playera contemporánea, en la moda del cobre, de la morenez extrema, de la carne a la parrilla, responsable del aumento escandaloso de epiteliomas.

El sol tibio de mediados o finales de noviembre puede ser tan dañino como el de Julio si nos exponemos a él inmoderadamente.
Este otoño hemos tenido en Asturias muchos soles tempraneros que presta aprovechar, pero que tampoco gozan de buena prensa entre los sabios de la boina porque dicen, y aquí estaría dispuesto a firmar, que de sol madrugaor, mozu rezador y vieyu muy cortés líbrenos Dios de los tres. No acertarán con el sol pero seguro que sí con el meapilas y el pelleyu.

Y termino con un consejo psilicoso gratuito para pequeñoburgueses en quiebra o tiempos de crisis:


Si en rojo tienes la cuenta
ponte al sol que más calienta

Salud y calor.

Ramiro.

P.D. Postre musical a cargo, creo porque aquí tiene la voz menos rota, de Sotiría Belou, una de las grandes rebétissas del genero, en una canción que han interpretado muchos cantanten, Kazantzidis por ejemplo, una de las mejores versiones, otro mérito para él que con esa voz descomunal no es el rebetis que más nos gusta, o las del propio autor Vasilis Tzitzanis.
En cambio la eubiota Sotiría, nacida en Orzonas un pueblo al norte de Petriés, el de mi amigo el fotógrafo griego Giannis Tzakós que tenemos entre los favoritos en Psilicosis, es la Belou junto con el siriota Bambakaris, una de las voces más personales y apropiadas para la rebétika. 

La canción se titula Sinefiasmeni kiriaki, Domingo nublado:


Geia sas!


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