martes, 17 de enero de 2012

La Labranza


Hemos puesto los ajos, luego las habas de Paco de Cabezavellosa (al contrario que la mía) y, hasta la fecha, los primeros cebollinos. Al escarbar la tierra tras las escarchas de enero, a mediodía, nos retiramos al umbral del chamizo con una silla pleglable. Estoy como dios, lávome cara y manos en el cubo de estaño.Me pongo a leer a Cunqueiro, su "pasajero por Galicia": a poco me quedo frito. Estaría dormido si no fuera por el colorino que viene a visitarme, un vacilón. Acude luego al almendro en cuyas ramas se posa complacido, como una prenda querida. 
A sus pies salen al sol insectos y gusanos que el ave devorará.

2 comentarios:

  1. "Dichoso aquél que de ruidos alejado"

    ¡Chacho, no curres tanto que te estresas y estresas a los demás! :-)

    No es de extrañar que "con tantas cosas como tienes por hacer, saques tiempo para trabajar" :-)

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    Respuestas
    1. meto tiempo y tiempo saco.
      A tí te pasa como al Sr. cura:
      "si los curas comieran chinas del río
      no estarían tan gordos los tíos jodíos"

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