viernes, 2 de marzo de 2012

Alta tensión


Oviedo 2011

Hay un momento en el que todos nos miramos con un odio profundo y concentrado.

Alguien había tenido suerte en la búsqueda, otro dió con algo valioso, yo hice el día.

Nos veíamos todas las noches en los mismos sitios oscuros, no hablábamos.

Creo que cada uno temía algo de los otros y no cruzábamos las miradas. Teníamos cuidado de no rozarnos.

Una noche los tres agarramos algo a la vez. Estaba borracho y cuando quise reaccionar los dos tenían sendas navajas abiertas en sus manos libres. Solté el botín.

Cinco minutos después lo recuperé.

Quedaron junto a uno de los contenedores donde cada noche, desde hacía un año, rebuscábamos comida, desangrándose, acuchillados entre sí.

No llamé a una ambulancia, no tenía móvil y la policía no atiende a pordioseros borrachos.

Iba cantando muy contento Pedro Navaja.

Ramiro el Monje


P.D. Javier Krahe, Los caminos del señor.


Salud y calor.

1 comentario:

  1. A qué viene tanta tensión compañeiru. Los caminos del señor son inescrutables. Ahora estoy de celador, mi botín ha sido este trabajo de fortuna en las urgencias del centro de salud local. Llevo tres pacientes, ninguno por arma blanca, el último me ha llamado la atención: por decir algo. No paraba de rascarse y se dirigía a mí como si yo fuera el médico, a pesar de que le advertía de lo contrario. Tenía unas rosetas con líquenes y costras en su piel, en la pierna de tanto rascarse le había salido un espundio que pulaba. Su boca también babeaba del deleite que experimentaba al rascarse. Le ayudé a desnudarse para que el doctor viera sus miembros. Un poema.
    Cuando se marchó con su pomadita yo empecé a rascarme también. Una psoriasis de clase colérica.
    Pero...¿cómo es posible doctor que me haya cogido esto si yo nunca he estado en Soria?
    -No tiene que ver -le replicó- yo tampoco he estado nunca en Burgos y mire, mire, qué morcilla más maravillosa tengo (una dotación media-alta)

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