lunes, 5 de marzo de 2012

Cagadero de conejos


Muestras de un conejo
San Justo de la Vega, 2011

Son cagadas frescas de conejo, todavía están húmedas y olorosas de su paso reciente por la cloaca del roedor.

Ahora que pusiste esa bonita canción sobre las liebres, me pareció oportuno continuar con su hermano el conejo.

Los escarbaderos de los conejos y las cagalitas son lo que los cazadores llaman "muestras". Ya sabemos la necesidad que tienen los conejos en desgastar sus incisivos y uñas, y de paso entrenan con vistas a futuras viveras o galerías conejiles.
Cualquier montesino medianamente informado sabe que la frescura de la tierra excavada y de las deposiciones de los bichos indican una presencia reciente. Una cantidad importante de muestras señalan una población activa y numerosa en el nicho ecológico en cuestión.
Es significativo que cuando las enfermedades los diezman, (Mixomatosis, la del morro que decimos, una epidemia que los deja ciegos y acaba con ellos por miles), desciende el número de muestras frescas.

Muchas muestras antiguas, con cagadas secas, y pocas recientes indican el paso de la epidemia por el lugar, o la extinción si no hay presencia de rastros frescos.

La segunda razón para esta entrada, después de la de acompañar a las liebres, era poner el énfasis en un hecho que a mí me resulta asombroso, bueno, medio en broma, y es la urbanidad y educación de estos roedores . ¡Tienen sus cagaderos fijos! Creo que ya dije que no se andan cagando por ahí, al albur de las geografías, como hacen otros mamíferos ad libitum.

Ahí os dejo al Conejo Blas, que no es la Curruca Blasensis, en una grabación de una película mejicana, Tres Huastecos, donde cantaba Pedro Infante.



 
Salud

Ramiro

4 comentarios:

  1. La canción del infante enternecedora. No será primo de Blas Infante, el mártir de la causa andaluza? Lo que viene ahora por Andazulía va dejar temblando a musho sosiolisto

    Besos
    PS Estás en todas, kinigós

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  2. Es una pena que no se entienda del todo bien la letra. Es un monstruo de la canción mejicana y no sé que tenga parentesco con Blas ni con la Blasensis, pero uno lejano no es descabellado pensarlo. Pero no es un un apellido raro.

    Salud, celata (La voz del celata era una hoja informativa panfletaria, decana de la prensa libre hospitalaria, que hacía un colega nuestro con el que colaborábamos, en los años de plomo y tente tieso, es decir, desde siempre!).

    La ´monga` enfermera.

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  3. Eso de la "monga" no sé de qué va, a no ser que sea la monja, eso me pone más.
    Ya sabes eso de que de tanto repetir monja, monja; acababas diciendo jamón. Lo de celata me gusta, ahora celata chumbarba (siempre adopto los alias, como sabes mi propio nombre lo es) A los campamentos de la OJE a los que asistí de chico me empezaron a llamar el "HP" interpretable. Entones no había impresoras. En la gorra de flechilla había yo escrito estas iniciales por dentro, que son las de mis apellidos. Hacíamos formación y "al rompan las filas" tirabamos las gorras; era un desbarajuste

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  4. Es que no corrigo y se nota lo mal estudiante que fui, ni siquiera de la Goben Juardia de las GONS u OGE. Lo de HP estaba claro, ya te veían la orega de Hermano Proletario. Ramiro el Monje como sabes era este animal de Güeska que cortaba cabezas, yo dudo que pase de monga pero de enfermera sí profesé.
    ¡Qué buena La voz del celata!, ¿porqué sería que mis colegas no eran los de la profesión sino éstos?.

    Chau, Lu!

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