Tu fruta madura llora como la parra del huerto.
Tus ojos bruñidos como la perra Canela me miran.
Y yo, mucho lamento no poder plantar el pimiento.
Por un tiempo, un desvencijado momento...
El ojo de Buda en la puerta de La Garganta.
Con clave.
La perrina a veces me entra en el huerto. Y la riño mucho, cada vez entra menos.
¡Prubina, si se ve más buena que qué! Mírala, ahí posando, obediente pero tan triste, de lo puteada que la tienes, Ahora, las cebollas están muy guapas. ¡No olvides las guindillas, hortelano!
ResponderEliminarSalud
Yo quiero ser llorando el hortelano
Eliminarde la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano...
M.H.
(me viene al pelo)
Voy a poner guindillas en la huerta
para deleite del asturiano de braveza
para que no me entre la perrina pelleja
y pa que te pique bien el culo
al comer el cabrito en caldereta
Polí kalá, file!
EliminarAngallés.
Canela no está triste, quiero creer que es muy feliz, especialmente conmigo, pero me haces dudarlo. Por eso he escrito un breve poema
Eliminar"El mundo de Canela"
Espero que os guste Pk y PS