Un chico afgano nacido en USA la lía parda en un club gay de Orlando, asesina a medio centenar de personas, rechaza la conducta homosexual en la sociedad.
Se envuelve el asunto en la simplona paranoia islamista que se vive en occidente, mas creo antes que el asesino lo que no aceptaba, y por tanto despreciaba, era su propia inclinación sexual, algo indigno y vergonzante para sí mismo.
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