UMBRAL DE LA MADUREZ
aquellos que han anticipado nuestra desalentada prudencia.
No llores, no maldigas, no te vuelvas airado contra tu corazón.
No era ciertamente la vida lo que se te ha escapado de las manos
como el agua, como el aire o como el fuego
dejándote en cenizas.
Era menos y más que la vida
era el resol de eternidad que sólo al joven le es dado entrever,
porque sólo él sabe que el tiempo es corto y el espacio pobre
cuando su corazón ha creado otro reino distinto.
Dionisio Ridruejo, 1944. Esto lo escribió cuando pasó los 30 años, al pasar los 50 el umbral de la madurez se convierte de forma incorregible en el umbral de la idiotez, ya nada puedes hacer para cambiarlo.
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