Todo fluye |
I
Todo por donde pasamos
quedó quemado. Todo.
Allí donde nuestro amor anidó
no quedan sino cenizas hoy.
Acaso las lluvias del otoño próximo
consigan vencer la pesadumbre
y limpiar con renovado ardor
la luz de tu nombre
II
Carros y carretas me vieron pasar con bardas
Carros y carretas me vieron pasar con heno
Mulas arrieras y bueyes conyugados
me preguntan por dónde voy...
Digo que soy forastero, pero no mucho,
que mantengo aquel vínculo o aquel otro,
pero poco, nunca mucho
III
Les digo: no sé cierto donde soy,
podría decir donde me parieron.
Soy quien pasa hoy por el camino.
Pienso: el camino no hace distingos,
no reconoce la suela de los zapatos.
IV
El camino
ni distingue ni quiere saber
si son propios o extraños
los que levantan su polvo,
los que marcan la huella en su barro,
no distingue ni quiere saber
nada distinto de nosotros o aquellos.
Para el camino todos lo modelaron
a merced de su destino
V
Hoy
nadie abre la dulce puerta
donde yo llamo
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