Radio Nacional de España "No es un día cualquiera"
Segunda hora - 29/10/11 -
José Miguel Viñas conversa con Pepa Fernández acerca de la palabra biruji a partir del minuto 3:09
Pude conocer a José Miguel, un tipo nada engolado, porque el programa se hizo ese fin de semana desde Hervás. Fuera de antena (claro) me acerqué a él en un receso tras su intervención, le felicité por la seriedad y cercanía con la que trata estos temas siempre envarados de la meteorología y nos fuimos a dar un pequeño paseo por la Corredera, no lejos del cine Juventud desde donde transmitían. Declinó tomar el café que le sugería. El tiempo había cambiado a frío con hostigo esa mañana de sábado y le inquirí acerca de aquella rancia palabra que me tenía obnubilado (incluída tarde en el DRAE, según mi búsqueda en el Diccionario manual e ilustrado de la lengua española. Tercera edición revisada. Tomo I. A-Capachero. Madrid, Espasa-Calpe, 1983) y seguimos hablando a calzón quitado de la riqueza del habla popular en el campo meteorológico mientras nos refugiamos en los soportales.
Le dije que este campo era un riquísimo filón para su labor divulgativa, eso no era ningún descubrimiento, le regalé una de las granadas que me dedico a regalar estos días y nos volvimos a encontrar luego, prosiguiendo nuestra charla. También le enseñé el libro de las rutas por la zona que este, sí, estoy harto de regalar inútilmente. De hecho, no he vuelto a regalarlo en ese insoportable trance del reconocimiento curricular...
Unamuno |
Acababa de leer la obra dramática sobre Unamuno de Póllux Hernúñez y le dije que Don Miguel empleaba esta voz pródigamente, si no cada vez -casi- que pasaba por La Rúa, la gran avenida del viento norte que conduce desde la Plaza hasta la Catedral y la Universidad. De él era el dicho, ya famoso, acerca del clima estepario de la meseta "once meses de invierno y uno de infierno". Sin duda lo diría por su estancia salmantina.
Como sabemos el vasco vivió en Salamanca más de cuarenta años, hasta que le sorprendió la muerte el último día del año 36, un día de biruji, amonado a su mesa camilla de la casa rectoral y acompañado por el falangista local Don Bartolomé Aragón, a la sazón Marqués de Campo Santo que, alarmado por el olor de la zapatilla quemada de Don Miguel en el brasero de picón, pudo advertir su muerte.
¡Vaya con el marquesito y qué cualificado el título suyo para honrar visitas de última hora!
Ese día Don Bartolo no se había puesto la camisa vieja con la que tanto presumía y con la que asaeteba, dadas sus flechas falanginas de la pechera, al recluido y agonizante rector. Don Miguel estaba hasta las mismísimas pelotas de tanto cafre como menudeaba por la Salamanca del primer año triunfal, especialmente tras la visita del odioso Millán Astray y de la apología que vertió sobre la barbarie y la muerte de la inteligencia en el famoso episodio acontecido en el día de la raza del 12 de octubre de 1936 en el templo del saber de la Universidad salmantina.
A lo que Unamuno apostilló el no menos famoso:
"Venceréis pero no convenceréis"
Fue de nuevo, en tres meses, desposeído del rectorado viatilico, esta vez por los alzados a los que había apoyado en primera instancia, puesto que la de julio fue firmada por la República, y decretada su muerte civil. Antes de la visita definitiva al camposanto
Ese día Don Bartolo no se había puesto la camisa vieja con la que tanto presumía y con la que asaeteba, dadas sus flechas falanginas de la pechera, al recluido y agonizante rector. Don Miguel estaba hasta las mismísimas pelotas de tanto cafre como menudeaba por la Salamanca del primer año triunfal, especialmente tras la visita del odioso Millán Astray y de la apología que vertió sobre la barbarie y la muerte de la inteligencia en el famoso episodio acontecido en el día de la raza del 12 de octubre de 1936 en el templo del saber de la Universidad salmantina.
A lo que Unamuno apostilló el no menos famoso:
"Venceréis pero no convenceréis"
Fue de nuevo, en tres meses, desposeído del rectorado viatilico, esta vez por los alzados a los que había apoyado en primera instancia, puesto que la de julio fue firmada por la República, y decretada su muerte civil. Antes de la visita definitiva al camposanto
Hasta las pelotas, pero rehen voluntario, conviene recordarlo, además de leerlo y admirarlo.
ResponderEliminarSalud.
Ramiro.
Agonizar en Salamanca
ResponderEliminarLuciano G. Egido
Unamuno, julio-diciembre de 1936
Tiempo de memoria, Tusquets
http://www.letraslibres.com/revista/libros/agonizar-en-salamanca-unamuno-julio-diciembre-de-1936-de-luciano-g-egido
José Miguel Viñas me contesta al correo que le mando:
ResponderEliminarGracias por la referencia, Lucas.
El fichero de audio con mi intervención está ya disponible en el archivo sonoro de mi página web; por si prefieres enlazarlo en tu blog en lugar del podcast de la hora entera.
Aquí te paso el enlace: http://www.divulgameteo.es/uploads/29-10-2011.mp3
-Soy un inútil en estas labores blogeras. Lo propio será que proceda a sustituir el podcast por el enlace suyo.
gracias divulgameteo
A partir del minuto 3:09 comienza la parte en la que converso con Pepa acerca del biruji.
Un abrazo
José Miguel Viñas
www.divulgameteo.es