viernes, 9 de diciembre de 2011

Pon el freno, magdaleno (confesión)


 Suele ocurrir, nos suele ocurrir, que nos deleitamos con nuestras ocurrencias. Creemos que somos renacentistas y no somos mas que malos humanistas. Somos peores cuando nos cabreamos y no vemos a las personas. Nos cebamos con ideas e imágenes preconcebidas, juzgamos. El ego nos vuelve a engañar.
¡¡Puta egopatía!!
La Garganta, Baños. Inmaculada concepción 2011

Ahora irreverente:
-Abre maría putísima!!
(con cipote concebida)
-Padre, me acuso de egópata, muy egópata
-hijo, vuélvete al monte y métete por las zarzas para hallar la redencíón


2 comentarios:

  1. Un placer compartir contigo charlas e ideas

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  2. Hombre echarte al monte por egopatía no me parece solución a no ser por les pates, que se oxigenan.
    Déjate de confesiones y sé bueno, reparte amor a los más próximos y bájate de la burra.
    ¿Porqué no te quedas en Atenas? Coge el metro si te cansa lo típico o convence a la pequeña para que te acompañe en algún periplo, ¡serála hostia!. Comed cualquier cosa solos por ahí, debajo de algún plátano en una plazuela tranquila.
    Vete al Kriti, en la plaza Kanigós, cerca de Omonia y pide una ensalada de almira y unos tomatinos rellenos de mizitra.
    ¡Y jódete patrón, que ahí no podrás sacar panyvinochorizoyjamón!
    En serio, no esfociques.
    Besos.

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